Bath debe su nombre a sus famosos baños romanos con 2000 años de antigüedad. Esta civilización residió allí durante 400 años. Sus instalaciones quedaron sumergidas por el río Avon hasta 1881. Ese año fue cuando se descubrió su existencia. Una representación magnífico del glorioso pasado de la ciudad.
Esta ciudad está repleta de calles estrechas y sinuosas que le aportan un gran encanto. Sus edificios de la época georgiana construidos en piedra caliza de color miel, también. Su centro histórico posee un área comercial abarrotada de tiendas y escaparates de moda.
Por si fuese poco, Bath está rodeada de naturaleza. Sus paisajes son proporcionados por el río Avon y está repleta de parques. Sin duda, una combinación de elementos que te fascinará durante tu visita.
Resulta increíble la forma en la que esta ciudad ha conseguido conservar una gran variedad de ruinas procedentes del Imperio Romano durante más de 2000 años. Solo tienes que dar un paseo por su centro histórico y por los alrededores del río que la atraviesa para hacer un viaje al pasado.
Bath fue una ciudad muy importante para Jane Austen. Vivió aquí durante varios años y escribió dos de sus novelas en una de sus casas. En ella hay, en estos momentos, un centro dedicado a su memoria. Merece la pena visitarla para aprenderlo todo sobre él.
La UNESCO considera a Bath, en su conjunto, Patrimonio de la Humanidad. De hecho, es la primera de Inglaterra en recibir este honor. Esta organización reseñó en el momento del nombramiento que, debido a su gran cantidad de edificios y monumentos de gran valor, era imposible destacar unos lugares sobre otros.
Esta es una ciudad eminentemente tranquila y relajada. Pero, además, cuenta con una gran variedad de instalaciones de spa. Para disfrutar de ellas, lo mejor es visitar el Thermae Bath Spa y disfrutar de unas horas de desconexión con la realidad.
Solo en el centro histórico de Bath hay tres restaurantes con estrellas Michelin. Son el Bath Priory, el Park Restaurant y el Bybrook. Además, cuenta con una gran variedad de establecimientos de calidad especializados en la comida oriental, caribeña, francesa y, por supuesto, británica.
Los Baños Romanos son el principal icono de Bath. Aproximadamente, un millón de turistas acuden cada año a verlos. Multitud de guías ofrecen recorridos por ellos realmente interesantes. Están muy bien conservados y cuentan con un museo en el que ver otras muchas reliquias de la época romana.
Bath está repleta de bellos edificios. Sin embargo, el Royal Crescent es especial. Está considerado como la obra que culmina el estilo georgiano y posee forma semi circular. Frente a él está dispuesta una gran extensión de campo abierto. Dispone de placas en cada una de sus viviendas que conmemora a los que allí han residido. Cuenta con un pequeño museo y con el Royal Crescent Hotel & Spa.
El Museo de Holburne cuenta con infinidad de obras de arte de gran valor. Para llegar hasta él tendrás que atravesar los elles Jardines Sydney. El edificio, en sí mismo, es una joya arquitectónica. Adéntrate por la puerta real y disfruta de su colección de gemas, de sus obras maestras del Renacimiento y de sus muchos tesoros.
Uno de los puentes más románticos del mundo. Te transportará directamente al siglo XVIII y te permitirá llegar al otro lado del río Avon. Cada uno de sus flancos está repleto de tiendas. Si has estado en Florencia y has visto el Ponte Vecchio, esta visita te resultará muy familiar.
Otro de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Bath y otro icono del estilo georgiano. Es una muestra ineludible del apogeo de la ciudad. Era frecuentado por personalidades de la alta sociedad y cuenta con un majestuoso salón de baile. El Museo de la Moda está en su sótano.
Los Baños Romanos son el principal icono de Bath. Aproximadamente, un millón de turistas acuden cada año a verlos. Multitud de guías ofrecen recorridos por ellos realmente interesantes. Están muy bien conservados y cuentan con un museo en el que ver otras muchas reliquias de la época romana.
Bath está repleta de bellos edificios. Sin embargo, el Royal Crescent es especial. Está considerado como la obra que culmina el estilo georgiano y posee forma semi circular. Frente a él está dispuesta una gran extensión de campo abierto. Dispone de placas en cada una de sus viviendas que conmemora a los que allí han residido. Cuenta con un pequeño museo y con el Royal Crescent Hotel & Spa.
El Museo de Holburne cuenta con infinidad de obras de arte de gran valor. Para llegar hasta él tendrás que atravesar los elles Jardines Sydney. El edificio, en sí mismo, es una joya arquitectónica. Adéntrate por la puerta real y disfruta de su colección de gemas, de sus obras maestras del Renacimiento y de sus muchos tesoros.
Uno de los puentes más románticos del mundo. Te transportará directamente al siglo XVIII y te permitirá llegar al otro lado del río Avon. Cada uno de sus flancos está repleto de tiendas. Si has estado en Florencia y has visto el Ponte Vecchio, esta visita te resultará muy familiar.
Otro de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Bath y otro icono del estilo georgiano. Es una muestra ineludible del apogeo de la ciudad. Era frecuentado por personalidades de la alta sociedad y cuenta con un majestuoso salón de baile. El Museo de la Moda está en su sótano.
Los restaurantes de Bath sirven, por lo general, muy buena comida. Visita el Sotto Sotto, que está ubicado en un sótano cercano a los Baños Romanos, para disfrutar de la mejor comida italiana. O ve al Raphael para disfrutar de exquisiteces francesas. En ellos, una cena puede costarte £ 40 por persona fácilmente. Una opción más económica y que te permitirá disfrutar de la cocina local es el Wild Cafe. Allí podrás comer por £ 10, aproximadamente.
Los meses de verano son los idóneos para visitar Bath. Esto se debe a que los días son bastante cálidos y las noches frescas pero agradables. En concreto, julio y agosto son los mejores meses para ir a la ciudad. Septiembre tampoco está mal, pero es posible que llueva algún día.
El Aeropuerto Internacional de Bristol es el más cercano. En concreto, está a 20 millas del centro histórico de la ciudad de Bath. Para llegar hasta ese lugar debes tomar el autobús Air Decker. Cuesta £ 14 la ida y tarda 45 minutos. Cuando tengas que volver recuerda que este mismo servicio vale £ 20.
La Estación de Trenes Bath Spa está ubicada en pleno centro de la ciudad. Está conectada con el resto de ciudades importantes del Reino Unido. Por ejemplo, un billete desde Londres cuesta, aproximadamente, £ 30 y tarda en llegar una hora y media.
Bath está a 117 millas de Londres. En coche, el tiempo estimado para recorrer el trayecto es de dos horas y media. El camino es muy sencillo. Basta con tomar la autopista M4 y desviarte hacia la A46. Sigue recto y llegarás al centro histórico.
Megabus y National Express ofrecen servicios regulares a Bath desde diversos destinos dentro del país. Sus autobuses acaban su recorrido en la Estación de Trenes Bath Spa. Suelen tardar tres horas en cubrir la ruta y tienen un precio de £ 15.
1. El centro histórico: es el corazón de la ciudad y el lugar en el que quedan a mano todos sus enclaves de interés turístico. Aquí está la Abadía de Abbey y el Royal Crescent.
2. Riverside: es la zona situada a orillas del río Avon. Está repleta de comercios, restaurantes, pubs y centros de spa y bienestar.
3. North Bath: el área norte de la ciudad. Cuenta con muchos jardines y parques. Dentro de ellos, el Royal Victoria merece una mención especial. Cuenta con una réplica de un templo romano y con un jardín botánico.
Los autobuses turísticos de dos pisos cuentan con un servicio de “subir y bajar” que te brindará la posibilidad de ir de un monumento a otro por solo £ 2,20. Una buena alternativa es el City Sightseeing Bus Tour. Cuesta £ 14,50 para los adultos, £ 9 para los niños de entre 5 y 15 años y es gratis para los más pequeños.
Es muy difícil pagar más de £ 10 por un viaje en taxi dentro de Bath. Esto se debe, fundamentalmente, a sus pequeñas dimensiones. Están disponibles junto a la Estación de Trenes Bath Spa y en la Abadía.
Europcar y Hertz son las principales compañías de alquiler de coches en Bath. Sus tarifas medias rondan las £ 75 por día. Sin embargo, debes saber que, para moverte por la ciudad, un coche no es necesario. Además, ten en cuenta que las calles son bastante estrechas y que se congestionan de coches fácilmente. Tampoco hay mucho aparcamiento. Lo mejor, en este caso, es dejarlo a las afueras. Un billete de ida y vuelta desde los barrios de la periferia cuesta £ 3. Los niños menores de 15 años viajan gratis.
Bath es ideal para ir de compras. Las calles de su centro histórico están repletas tanto de tiendas independientes y familiares como de boutiques de grandes marcas. Eso sí, los precios son bastante elevados por lo general. Sin embargo, si vas a comprar a la zona de London Road y de Walcott Village, no te costará encontrar alguna ganga por poco más de £ 1. Malsom Street es la calle más exclusiva de la ciudad
Las tiendas para comprar comida más accesibles y económicas están a las afueras del centro histórico. Este es el caso, por ejemplo, de Tesco Express, Co-op y Sainsbury's. Sus precios, en cualquier caso, son relativamente altos. Una barra de pan puede costarte fácilmente £ 1,50, mientras que un litro de leche vale alrededor de £ 1. Media docena de huevos cuesta en torno a £ 2 y un café en un bar más de £ 3.