Lodz es la tercera ciudad más grande de Polonia y alberga un rico patrimonio histórico y cultural. La Segunda Guerra Mundial dejó su huella en esta ciudad, que todavía hoy recuerda a sus víctimas.
La multiculturalidad sigue siendo una de las características de Lodz, que ofrece a los viajeros excelentes calles de compras y la calma propia de una localidad anclada en la naturaleza.
Visitar Lodz es conocer de primera mano la historia viva del pueblo judío, grabada en sus edificios, sus monumentos y sus espacios públicos. Una historia no siempre alegre pero que la ciudad exhibe con orgullo.
En la avenida Ulica Piotrkowska hay una hilera de esculturas a tamaño real de personalidades nacidas en la ciudad. Aprovecha para sacarte una foto con el pianista Arthur Rubinstein o con el novelista Władysław Reymont.
El Muzeum Sztuki muestra obras de maestros del arte moderno tanto polacos como internacionales como Piet Mondrian y Max Ernst.
En Lodz no hallarás colinas ni enormes extensiones de agua, aunque Lodz signifique "barca" en el idioma local. Pero se puede establecer un contacto estrecho con la naturaleza en Łagiewniki, el parque urbano más extenso del Viejo Continente.
En Lodz encontrarás multitud de edificios de carácter sagrado. Asegúrate de hacer una visita a la catedral ortodoxa Alexander Nevsky y a la capilla protestante Karl Scheibler.
El parque de atracciones Lunapark incluye montaña rusa, noria y tiovivo. Una opción perfecta que disfrutarán tanto los niños como los no tan niños.
Establecido en 1986, el Museo del Cine de Lodz se aloja en un palacio del siglo XIX que perteneció al magnate textil Karl Scheibler. Las vitrinas del museo muestran más de 50 000 artículos relacionados con el mundo del cine, incluyendo 12 000 carteles de películas y equipos de filmación. Entre los más destacados se encuentra el fotoplastikon, que se usaba a comienzos del siglo XX para el visionado de películas en 3D. Las visitas guiadas al museo se pueden llevar a cabo en polaco o en inglés.
Construida entre 1926 y 1937, la estación de tren de Radogoszcz estaba situada a las afueras de Lodz, junto al gueto judío. Desde allí, los nazis enviaban convoyes de personas a los campos de exterminio de Chełmno y Auschwitz. Se estima que 200 000 personas de nacionalidad polaca, austríaca, alemana y checa pasaron por esta estación entre el 16 de enero de 1942 y el 29 de agosto de 1944. En 2005 se inauguró en el lugar un monumento conmemorativo de las víctimas del Holocausto diseñado por Czesław Bielecki. Los vagones de tren parados en la estación sirven como salas del Museo de la Independencia de Lodz.
Si entras en el espectacular palacio neobarroco del siglo XIX, perteneciente al antiguo magnate textil Izrael Kalmanowicz Poznański, encontrarás el Museo de la Ciudad de Lodz. En su interior podrás recorrer la historia de la localidad en una recreación de las diferentes épocas que la urbe ha atravesado. Todas ellas reconstruidas en miniatura, desde el exterior de las calles al interior de las casas.
El Palacio Herbst, antigua residencia de las familias Herbst y Scheibler, fue la vivienda más rica de Lodz durante el siglo XIX. El palacio ha pasado por un exhaustivo proceso de restauración que le ha devuelto su esplendor original. Lo cual incluye recreaciones del mobiliario y los accesorios, así como de los jardines.
El Experymentarium anima a sus visitantes a tocar y jugar con todo lo que se muestra en sus diferentes salas de exposiciones. La mayoría de las mismas contienen instalaciones de luz y sonido creadas por científicos y estudiantes. La atracción más celebrada es el túnel de los sentidos, centrado en el desarrollo del olfato, el oído y el tacto.
Establecido en 1986, el Museo del Cine de Lodz se aloja en un palacio del siglo XIX que perteneció al magnate textil Karl Scheibler. Las vitrinas del museo muestran más de 50 000 artículos relacionados con el mundo del cine, incluyendo 12 000 carteles de películas y equipos de filmación. Entre los más destacados se encuentra el fotoplastikon, que se usaba a comienzos del siglo XX para el visionado de películas en 3D. Las visitas guiadas al museo se pueden llevar a cabo en polaco o en inglés.
Construida entre 1926 y 1937, la estación de tren de Radogoszcz estaba situada a las afueras de Lodz, junto al gueto judío. Desde allí, los nazis enviaban convoyes de personas a los campos de exterminio de Chełmno y Auschwitz. Se estima que 200 000 personas de nacionalidad polaca, austríaca, alemana y checa pasaron por esta estación entre el 16 de enero de 1942 y el 29 de agosto de 1944. En 2005 se inauguró en el lugar un monumento conmemorativo de las víctimas del Holocausto diseñado por Czesław Bielecki. Los vagones de tren parados en la estación sirven como salas del Museo de la Independencia de Lodz.
Si entras en el espectacular palacio neobarroco del siglo XIX, perteneciente al antiguo magnate textil Izrael Kalmanowicz Poznański, encontrarás el Museo de la Ciudad de Lodz. En su interior podrás recorrer la historia de la localidad en una recreación de las diferentes épocas que la urbe ha atravesado. Todas ellas reconstruidas en miniatura, desde el exterior de las calles al interior de las casas.
El Palacio Herbst, antigua residencia de las familias Herbst y Scheibler, fue la vivienda más rica de Lodz durante el siglo XIX. El palacio ha pasado por un exhaustivo proceso de restauración que le ha devuelto su esplendor original. Lo cual incluye recreaciones del mobiliario y los accesorios, así como de los jardines.
El Experymentarium anima a sus visitantes a tocar y jugar con todo lo que se muestra en sus diferentes salas de exposiciones. La mayoría de las mismas contienen instalaciones de luz y sonido creadas por científicos y estudiantes. La atracción más celebrada es el túnel de los sentidos, centrado en el desarrollo del olfato, el oído y el tacto.
Ulica Piotrkowska, la calle de compras principal, también cuenta con puestos de comida para llevar con precios desde zł 6 por persona. El restaurante Restauracja Anatewka en Ulica Sierpnia sirve platos típicos de la gastronomía polaca y judía. Los comensales disfrutarán de música tradicional en vivo por unos zł 2500 por cabeza.
Los inviernos de Lodz son duros, pero el resto del año las temperaturas tienden a ser suaves. La mejor época para visitar la ciudad es el comienzo del otoño, cuando se llena de festivales de cine, música y fotografía.
Lo más probable es que los viajeros internacionales deban hacer una conexión en Múnich para llegar al aeropuerto de Lodz-Władysław Reymont (LCJ). Desde allí se puede acceder a la ciudad en taxi o en autobús. El precio de los billetes es de zł 2,60 por 20 minutos, pero aumenta a medida que se prolonga el trayecto.
La estación principal de Lodz es la de Kaliska, que la conecta con otras ciudades polacas como Varsovia, desde zł 70, Cracovia, desde zł 55, o Katowice, desde zł 40. Viajar en tren desde otras ciudades europeas, como Múnich, puede costar unos zł 800.
Los viajeros que conduzcan hasta Lodz llegarán desde Varsovia por la A2 o mediante la A1 desde Gdansk.
PolskiBus enlaza Lodz con Berlín, desde zł 315, con Praga, desde zł 200, y la mayor parte de las ciudades más grandes de Polonia, como Varsovia, desde zł 30, y Cracovia, desde zł 23.
1. El centro de la ciudad es donde se localiza la mayor parte de los bares, restaurantes y hoteles de Lodz, así como multitud de tiendas y el Museo de Historia.
2. El Gueto de Lodz es hoy un barrio al este de la ciudad en el que todavía sobreviven vestigios de su antigua identidad, como la sinagoga o el cementerio judío.
3. Bałuty es la zona de Lodz en la que entrar en contacto con la naturaleza. Visita el Old Town Park o da un largo paseo por el parque de Łagiewniki.
Lodz cuenta con un sistema muy eficiente de tranvía y autobús. El precio de los billetes de ambos aumenta en función del los minutos de trayecto. El más barato es de zł 2,60 por 20 minutos.
El precio de los taxis en Lodz es uno de los más razonables de Europa. El coste es de zł 1,80 por cada kilómetro.
Conducir en Lodz es sencillo, pero aparcar puede resultar caro. De hecho, el precio del aparcamiento es de zł 2 por hora en toda la ciudad. Puedes alquilar un coche de las compañías Avis y Herz en el aeropuerto por un precio que comienza en zł 75 al día.
Ulica Piotrkowska alberga comercios de todo tipo. Desde boutiques de moda de lujo hasta talleres de artesanía y tiendas de recuerdos que venden efigies del papa Juan Pablo II.
Cadenas de supermercados como Tesco y Lidl venden productos de uso diario y alimentos a precios asequibles. A título orientativo, un litro de leche suele costar zł 18 y una barra de pan zł 2.