Enseguida descubrirás por qué Chamonix ha sido un destino vacacional preferente desde el siglo XIV. Esta ciudad francesa, que cuenta con una elegante arquitectura de época, se ubica al pie del pico más alto de los Alpes. El Mont Blanc se alza a más de 4800 metros de altura, conformando un valle con lados rocosos y escarpados, así como con maravillosas vistas próximas a la frontera suiza.
Los glaciares se adhieren a los laterales de las montañas configurando pistas de esquí para todos los niveles. En verano, estas laderas se tiñen de verde y este escenario se convierte en refugio para los deportes de aventura al aire libre. Chamonix albergó, en 1924, los primeros Juegos Olímpicos de invierno de la era moderna.
No importa su reducido tamaño: se trata de una ciudad cosmopolita que acoge a multitud de artistas, empresarios y jóvenes profesionales que la convierten en un escenario vivo de entretenimiento y comercio.
Encontrarás pistas adaptadas a todos los niveles. Por supuesto, los recorridos más icónicos se dirigen a los esquiadores experimentados. Las Agujas de Chamonix, por ejemplo, es una escarpada e irregular serie de picos que garantizan una aventura de esquí de clase mundial.
De noche, la ciudad se activa incombustiblemente. Pone a tu disposición lugares de música y bares de moda como Moö o Boogie Woogie: pistas de baile abarrotadas y garitos bulliciosos en los que conocer a mucha gente.
Cuando la nieve se derrite, este entorno ofrece innumerables espacios para la práctica de actividades como el senderismo extremo, el ciclismo de montaña, la escalada en roca, el parapente y el vuelo con traje de alas. Subir hasta las laderas alpinas más elevadas es factible gracias a los teleféricos, y equiparse con todo lo necesario es posible en sus tiendas de especialidades.
Chamonix cuenta con edificios históricos bien conservados, de estilo victoriano y de Belle Époque, cuya fantástica ornamentación contribuye a mostrar un paisaje urbano muy estimulante. Encontrarás calles llenas de comercios y cafeterías, escenarios increíbles para pasar la tarde, tiendas de artesanía y abundantes galerías de arte.
Chamonix te proporciona todas las categorías entre la cocina francesa tradicional y los platos de fusión. En la gastronomía autóctona predominan los quesos, las carnes y los productos frescos. La creatividad, tanto culinaria como ambiental, es un condimento habitual de casi todos sus restaurantes.
El Mont Blanc es el pico más alto de los Alpes franceses y el más grande de Europa occidental. Sus vistas de Suiza son fascinantes y, aunque en invierno ofrece la posibilidad de disfrutar del esquí y el snowboard, en verano también es un destino inolvidable. Está rodeado de pintorescos chalés de madera y refugios de montaña que le confieren una belleza aún más acusada.
No tienes que ir a Noruega y desafiar las tundras heladas para contemplar un auténtico glaciar. Mer de Glace cuenta con 5,5 kilómetros de ancho y se encuentra en las laderas del Mont Blanc. Es un escenario incomparable para tomar fotografías, rodeado de montañas bellísimas.
El teleférico te deja en Aiguille du Midi, donde podrás experimentar la sensación de estar en una cumbre ahorrándote las largas caminatas y los duros ascensos. Las vistas convergentes de los Alpes italianos, suizos y franceses son idílicas. Y, si te van las emociones fuertes, atrévete a entrar en la jaula de vidrio, bajo la que sentirás la presencia de un precipicio de 1000 metros. La cafetería y la tienda de regalos te vendrán muy bien para recuperarte después de estas emociones transparentes.
La pequeña iglesia de Saint-Michel fue construida originariamente en el siglo XI, pero ha sufrido incendios, tormentas de nieve y sucesivos esfuerzos restauradores. Su estructura actual procede de 1830 y proporciona sensaciones remotas de épocas pasadas.
¿Quieres practicar senderismo? El Col du Midi es un escenario no tan conocido, todavía, como el resto de la zona. Su belleza natural y su terreno desafiante proporcionan aventuras extraordinarias. El recorrido entre Aiguille du Midi y Col du Midi dura unas 2 horas e incluye pendientes empinadas, paredes de hielo y profundos valles. Mejor anímate en otoño y primavera, porque el clima es impredecible.
El Mont Blanc es el pico más alto de los Alpes franceses y el más grande de Europa occidental. Sus vistas de Suiza son fascinantes y, aunque en invierno ofrece la posibilidad de disfrutar del esquí y el snowboard, en verano también es un destino inolvidable. Está rodeado de pintorescos chalés de madera y refugios de montaña que le confieren una belleza aún más acusada.
No tienes que ir a Noruega y desafiar las tundras heladas para contemplar un auténtico glaciar. Mer de Glace cuenta con 5,5 kilómetros de ancho y se encuentra en las laderas del Mont Blanc. Es un escenario incomparable para tomar fotografías, rodeado de montañas bellísimas.
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La pequeña iglesia de Saint-Michel fue construida originariamente en el siglo XI, pero ha sufrido incendios, tormentas de nieve y sucesivos esfuerzos restauradores. Su estructura actual procede de 1830 y proporciona sensaciones remotas de épocas pasadas.
¿Quieres practicar senderismo? El Col du Midi es un escenario no tan conocido, todavía, como el resto de la zona. Su belleza natural y su terreno desafiante proporcionan aventuras extraordinarias. El recorrido entre Aiguille du Midi y Col du Midi dura unas 2 horas e incluye pendientes empinadas, paredes de hielo y profundos valles. Mejor anímate en otoño y primavera, porque el clima es impredecible.
¿Quieres saborear la comida clásica francesa? Le Panier des 4 Saisons te ofrece exquisiteces como el filete a la pimienta y la sopa de guisantes, así como platos de marisco, desde 51 EUR. Si te gusta la comida de estilo americano, tómate un hot dog gourmet en Cool Cats a partir de 3,75 EUR. Y si lo que te apetece es la creatividad de unas hamburguesas de langosta, La Télécabine no tiene rival, con un precio mínimo de 29 EUR.
La temporada de esquí se inicia en noviembre y alcanza a mitad de diciembre su máximo apogeo. En abril se realiza un cierre parcial, aunque se mantienen algunas pistas hasta principios de mayo. En cuanto termina esta temporada comienza la de deportes de aventura. En invierno, durante el día, suele haber en torno a 1 ºC de temperatura y, por la noche, esta desciende hasta -15 ºC. En verano el clima es más benigno, pues oscila entre los 15 ºC y los 27 ºC.
El aeropuerto más próximo es el de Ginebra (GVA), que se encuentra a unos 51 kilómetros y en un país vecino: Suiza, por lo que es necesario adecuar la documentación. Los servicios de transporte privado como easyBus, SAT y Starshifter cuestan unos 25 EUR. Desplazarse en taxi hasta Chamonix, unos 200 EUR.
La estación de tren de Chamonix está conectada con Eurostar y TGV a París y Lyon. El tren expreso Mont-Blanc es un pintoresco medio de transporte que recorre los Alpes y se detiene entre Saint-Gervais-les-Bains y Martigny.
La autopista Blanche (A40) conecta Chamonix con Ginebra. Dado que es necesario conducir por Suiza un breve tramo, tendrás que contar con una "viñeta suiza", es decir, una pegatina para colocar en tu parabrisas. Por esa misma autopista también puedes llegar a Mâcon y a la región del Loira. Por último, el túnel del Mont Blanc conecta Chamonix con la E25 e Italia.
Múltiples compañías privadas organizan viajes a Chamonix desde ciudades como París, Ginebra, Londres y Milán, entre otras. Quizá por eso, la céntrica estación de buses Chamonix-Mont Blanc siempre está muy concurrida.
1. Chamonix Village engloba muchos de los hoteles de la zona, junto a tiendas y locales de entretenimiento. No dejes de acudir a sus boutiques, entre ellas Lucie F. Jewelry, Eric Bompard y otras marcas exclusivas.
2. Les Houches es un complejo de esquí que forma parte del municipio de Chamonix, si bien se conserva como un auténtico pueblo montañés histórico. Se ubica a 915 metros de altitud, cuenta con una cultura propia de cultivo e incluye su propia pista de esquí.
3. Argentière también es un pueblo pintoresco y hermoso. Concentra los accesos a las mejores actividades de esquí y aventura al aire libre, como el glaciar Argentière y Aiguille d'Argentière, un bellísimo acantilado de aguja.
El servicio gratuito de bus conocido como Le Mulet atraviesa el centro de esta población. Además, hay autobuses municipales que paran en las estaciones de esquí, cuya tarifa plana es de 2 EUR. El tranvía sube, por su parte, a las alturas: está formado por un pequeño vagón de ferrocarril y une Saint-Gervais-les-Bains con el Nido del Águila, ofreciendo fabulosas vistas de los glaciares. Cuesta 31,50 EUR.
El taxi es una buena opción si no quieres caminar. Este servicio lo ofrecen varias compañías y la tarifa media es de 30 EUR.
La ciudad es pequeña, por lo que se puede recorrer andando, y dispone de estacionamiento gratuito en la mayoría de los hoteles. Hertz y Sixt se ubican en el aeropuerto de Ginebra y ofrecen tarifas desde 85 EUR por día.
El centro comercial por excelencia de Chamonix es Galerie Alpina, que reúne tiendas de moda, comercios con equipamiento de montaña y mucho más. A lo largo de Rue Joseph Vallot y Avenue Michel Croz encontrarás multitud de establecimientos de ropa, arte y artesanía.
Los supermercados Carrefour están presentes y bien surtidos en toda la ciudad, siempre a precios razonables. Si buscas una selección más exclusiva, el Supermercado del Casino, en Galerie Alpina, es tu alternativa. En general, puedes comprar un litro de leche por 1 EUR y 12 huevos por 3,10.